Joe Jackson said:
Love shows God has a sense of humor
Cosas que nunca te dije (I. Coixet)
Yo quería hablar de las comedias románticas y de por qué me gustan tanto. Luego, lo pensé mejor y no sólo me gustan las comedias románticas, me gustan las tragicomedias románticas. Lo pensé más a fondo y concluí que no es un género en sí lo que me gusta, sino que me siento capturada (y con una cumplida catarsis cinematográfica) al ver cómo se desenvuelven las relaciones amorosas de los personajes en gran pantalla. O pantalla chica porque, de hecho, muchas películas las veo en mi computadora, desde la cual escribo esto.
De cualquier forma, me extasía ver cómo personajes, que pueden ser de la vida real tratan de resolver un conflicto tan mundano y complejo cómo es estar con otro. Me gusta verlo desde la comodidad de mi butaca/sofá como un científico que observa un experimento: estudiando, analizando, asintiendo, difiriendo de lo que sucede y de lo cuál él es sólo un espectador.
Porque considero que la comunicación entre dos personas que sienten afecto entre sí (o, muchas veces, sin ser correspondido) está tan viciada de códigos de conducta, de orgullo y vanidad que la humanidad no ha terminado de manejarlo del todo y por esto el tema rinde para hacer mil películas al respecto sin agotarse y sin miras de hacerlo.
¿No es increíble que nos jactemos de ser una civilización moderna con un montón de alcances tecnológicos que incluso se supone que nos han ayudado a comunicarnos “más y más rápido” y, sin embargo, seguimos sin realmente entender de lo que estamos hablando en realidad?
Tal parece que seguimos tan ciegos e ignorantes en esto que no nos cansamos de sentirnos fascinados por las historias que se pueden inventar al rededor. Algunos suspiran con Titanic, ríen con alguna de Sandra Bullock, reflexionan con la última de los hermanos Dardenne y otros, como yo, se divierten y asienten viendo una como Adventureland.
Sea como fuere, aún y cuando en la vida real sigamos sin atinar a una fórmula genérica que simplifique el resultado entre amor y comunicación, lo que es una verdad irrefutable es que, muchas veces, el cine sí que logra comunicarnos eso que nosotros no sabemos hacer. Eso, para mí, sí es la magia del cine.
Adriana
adribolivar13@gmail.com / @adribolivar