8.8.11

Cine y videojuegos

La industria de los videojuegos genera anualmente 23 billones de dólares y aunque para algunos sectores de la sociedad, los videojugadores conservamos el estigma de marginados socialmente o "geeks", la verdad es que cada vez más las personalidades del mundo del espectáculo y la política han aceptado que son afectos a los juegos de video, como el baloncesto Yao Ming o las estrellas de Hollywood Macaulay Culkin, William Shatner y Mila Kunis, entre otros, quienes han admitido que son aficionados del juego World of Warcraft.

           Es por esto que no es de extrañar que Hollywood esté ansioso de atraer a este mercado y que las adaptaciones de videojuegos a películas sean cada año más numerosas.
Al principio ocurría que las adaptaciones cambiaban toda la historia y por eso suponíamos que no funcionaban. Casos espantosos como Super Mario Bros destruyeron nuestra infancia "gamer" en la gran pantalla. Pero hoy en día, las nuevas adaptaciones comienzan a tener grandes nombres en el elenco e importantes directores a cargo y logran emular mejor al videojuego, como en Prince of Persia. Aun así, las películas siguen sin contentarnos y siguen siendo un fiasco en taquilla.

           La razón principal tiene que ver posiblemente con el cambio de un medio a otro. La diferencia de la narrativa de ambos medios lo que hace que una experiencia no llene las expectativas de quienes vivimos la original. Los videojuegos tienen una narrativa interactiva que hace que el usuario viva cada evento de la historia como si fuese él mismo quien está realizando las acciones del protagonista, ya que, indirectamente y mediante el uso del control, es, en efecto, el jugador quien actúa. Esto hace que la experiencia de un juego de video sea sumamente íntima y personal (mientras menos lineal y más abierto sea el juego, esta vivencia será más individual, como por ejemplo en los juegos de rol, en los que las decisiones del usuario afectan la trama del juego). Por tanto, aunque la historia, los personajes y el juego sea el mismo, va a haber una experiencia por cada jugador.

            Es por eso que, mientras la película es el conjunto de vivencias del guionista, director, actores, productores, etc, cada uno de nosotros (los espectadores) tenemos una vivencia particular sobre cada juego (y generalmente, dista mucho de la que se llevó a la pantalla de plata). Por citar un ejemplo, puedo nombrar las películas basadas en la saga Resident Evil, serie de juegos que para el equipo que realizó la película, las pistolas y las peleas eran lo más interesante. Para mí, fueron los sustos que me daban las situaciones del juego lo que más recuerdo (y lo que más extraño en los filmes).

          Por otro lado, las películas de juegos de pelea, suelen ser las que mejor se prestan para adaptarse, siempre que se mantengan a la premisa original del videjojuego (es por esto que las dos adaptaciones de Street Fighter no aplican). Mortal Kombat, por ejemplo, funcionó en gran medida porque la experiencia del juego de pelea suele ser más común a todos los jugadores. De igual modo Tekken, logró captar un poco la escencia del juego. Lamentablemente, no hacen películas demasiado buenas en cuanto a trama.

Luis Grande
Periodista – Videógrafo – Cineasta
www.kulashaked.blogspot.com

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