Es muy frecuente encontrarse con la idea de trabajar para ganar dinero. Es totalmente cierto que cada día decidimos comprar auto, tener seguro médico (porque quizá en el empleo donde estamos no lo pagan), salir al cine o al teatro (que las entradas no bajan de Bs. 140, en Caracas, Venezuela) o invitar a salir a esa mujer espectacular (contando el taxi ida vuelta, la comida, el postre y bueno quizá una habitación para estar más cerca (eso no baja de Bs. 500 en mi país). Después de este conteo, creo que es necesario trabajar para ganar dinero. Cuando el salario mínimo mensual no supera los Bs. 1600.
Pero en qué podríamos trabajar dejando a un lado la idea de sentirnos explotados por nuestros jefes, que en muchos de los casos lo que hicieron fue poner capital y en vez de montar una zapatería decidieron invertir su dinero en una empresa de servicio. Es decir, usted estudió cinco años de carrera para que su jefe, que sólo sabe encender la computadora le diga medianamente qué hacer por muy poco dinero. Pero qué le vamos a hacer, el miedo a emprender un negocio propio nos aterra y no podemos sino callar y trabajar demasiado porque nos tocó. En muchos casos nos sentimos agradecidos de tener empleo y vemos de reojo a esos que trabajan por su cuenta freelance, que no tienen ese quince y último. Otros se aferran a los beneficios que tienen en la empresa y ahí se quedan.
No me considero enemiga de trabajar en una empresa, el problema radica en que hay muchas cosas que hacemos sin remuneración económica que nos hacen mejor cada día y de verdad disfrutamos. Quizá eso que tanto amamos hacer no es bien remunerado y caemos en trabajar en algo que no nos gusta y lo hacemos mal. En Venezuela, lamentablemente es muy común ver a los empleados de atención al cliente tratando a las patadas a quienes vamos a solicitar alguna información, eso pasa en la empresa privada. Y si pasamos al otro lado, vemos a los empleados públicos tratándonos muy mal porque se sienten muy seguros de sus puestos de trabajo y no tienen temor de salir en alguna reducción de personal en la empresa.
Pero hay otro elemento importante al momento de hablar de trabajo. Los gerentes y dueños de organizaciones deben dejar de lado el concepto de “empleado” y de “máquina”, eso ya no existe. Las empresas deben darle oportunidad al capital humano, a esa idea de que nuestros trabajadores son los activos intangibles de nuestra empresa. Que sin ellos no podemos crecer ni realizar todas las tareas. He visto organizaciones que tienen seis puestos de trabajo y en un año, por despido o renuncia, han salido aproximadamente doce personas. Algo pasa en la gerencia. El problema es que creemos que con cambiar el personal completo y empezar desde cero todo cambiará. Falso, siempre se te irá tu equipo descontento, y serás una empresa trampolín.
Si crees que puedes con el miedo de emprender tu negocio propio con la carrera que hiciste en la universidad o con los conocimientos que tienes de alguna profesión, independízate. Y recuerda que deberás crecer y necesitarás ver atrás cuando fuiste empleado. Trata de no cometer los mismos errores. Y si por el contrario estás satisfecho con tu actual trabajo, busca avanzar y ascender de cargo. No te sientas confiado o conforme.
Está en tus manos emprender una nueva actitud para tomar decisiones. El trabajo es necesario para estar cómodo. Disfrutemos lo que hacemos.
Gilmar Bastardo
Periodismo - Teatro - Publicidad
gilmar1600@gmail.com / @gilmarbastardo
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