El Medio Oriente se encuentra en un tiempo de cambio y revolución. Ya son varios los países que se han alzado en contra de aquellos que, durante décadas, han oprimido estas naciones. Egipto, Yemen, Libia, estos y otros nombres han resonado en las noticias durante las últimas semanas, algunos con más frecuencia que otros.
Ahora bien, en el caso de Libia, una polémica acompaña al movimiento de insurgencia nacional. Tras el hecho de que el dictador Muammar Gaddafi ha decidido responder a los rebeldes con toda la fuerza del ejército, un grupo de países aliados (Francia, Estados Unidos (EEUU), Gran Bretaña, España, Italia, Holanda, Canadá, Italia, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Grecia, Qatar y los Emiratos Árabes) ha decidido entrar al combate a favor de los que se oponen al presidente de facto.
Varios países, por su parte, se han pronunciado en contra de esta acción. No es casualidad que dichas naciones son aquellas que no sólo comparten el ideal socialista de Gaddafi, sino que tienen líderes que han buscado métodos de postergarse en el poder y que no piensan abandonarlo. Por citar dos ejemplos perfectos: Venezuela y Cuba. Chávez se ve reflejado en un espejo cuando predice que quizás en unos veinte o treinta años, cuando haya perdido toda la popularidad y la fe ciega de sus seguidores, el pueblo se subleve en su contra y una coalición de países preste ayuda a los rebeldes.
También hay gente que se dedica a opinar sobre el conflicto condenando la acción como un movimiento imperialista de los EEUU. Dicen que no se justifica la acción bélica dentro de Libia por parte de otros países, etc. Esta gente, pareciera creer que los conflictos de política internacional son comparables con las disputas con el vecino de la casa de al lado, al que le pides que baje el volumen de la música porque no te deja dormir, o al que le peleas porque no limpia la caca del perro en el jardín del condominio. Gaddafi está matando civiles, lleva en el poder desde el 1 de septiembre de 1969 y ya que todo el mundo da su opinión, yo doy la mía: personalmente, considero que, como lo ha venido demostrando el pueblo árabe, es hora de que se acaben las dictaduras. Basta de los tiranos que mediante adoctrinamiento, fuerza, miedo y maña, se logran mantener décadas en el poder, en nombre de ideales abandonados años atrás y dejando a un pueblo en la absoluta sumisión.
Luis Grande
Periodista – Videógrafo – Cineasta
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