4.7.11

Escena 1

Esc 1/Int/Carro/Día
       En el camino de regreso a casa, después de una intensa jornada de compras, la tía y la abuela conversan sobre temas diversos y un niño escucha la conversación. En la parada momentánea de un semáforo, el pequeño realiza una pregunta, señalando una medalla de la virgen que cuelga en el radio-reproductor:

- Niño: ¿abuela para que sirve eso?
- Abuela: Esa medalla, de nuestra madre celestial, nos protege contra todo lo malo. Aleja a la gente mala, aleja peligro de nuestros seres queridos.
La tía quien espera que el semáforo cambie de luz, asienta con la cabeza. El niño reflexiona por un instante y con incredulidad pregunta
-Niño: ¿cómo puede hacer eso, si solo una medalla de metal?
La tía niega con la cabeza y murmura unas palabras ininteligibles. La abuela entre el estupor y la molestia, se voltea con dura mirada
- Abuela: ¡muchacho no diga eso! Hay que tener fe y no vuelva a decir eso que le duele a la virgen.

La luz cambia, el carro inicia su andar. El niño sin entender lo malo que había dicho bota su mirada por la ventana y solo desea llegar a casa.


Esc 2/Int/Casa-Sala
     La madre abre la puerta y acomoda el equipaje playero en la sala, con ayuda de su hijo. Ella mira el reloj y se dirige directo al teléfono y realiza una llamada.
- Madre: Bendición mamá ¿cómo está todo en esas vacaciones? ¿Qué tal la playa? ¿Cómo está mi hermana?
La mujer asienta con la cabeza y responde con unos esporádicos monosílabos afirmativos.

- Madre: Por acá todo bien y tranquilo, el niño ha visto tele y hemos salido un par de veces a comer por fuera.
El pequeño intenta corregir a la madre, pero ella le hace una amorosa seña para que no interrumpa.
- Madre: nos vemos mañana, que tengan feliz regreso
La madre se voltea, mira directo a los ojos del niño y con esa voz que solo una madre puede tener
- Madre: existen ocasiones, que hay que decir una mentirilla blanca
- Hijo: ¿Qué es una mentira blanca mamá?
- Madre: son aquellas mentiras que no le hacen daño a nadie

    Esos dos episodios son los que recordé de mi infancia ¿por qué? Sencillo, durante toda mi vida o la parte que logro recordar esas escenas se han repetido un sin número de veces. Con diferentes personajes y escenarios pero en el fondo se han vuelto a suceder.
     Del primero, el lastre que me dejó fue esa tendencia a no cuestionar al poder (en cualquiera de sus formas) y al momento de hacerlo siempre lo hago de manera reactiva. Es decir, irracionalmente  #FAIL
     Del segundo, el eterno problema ¿realmente existen mentiras blancas? ¿Qué es más doloroso una verdad inmediata o confesión añejada? Siempre coexisto con esa tensión y lo peor es que termino prefiriendo, creer, en la existencia de ese tipo de mentiras #FAIL

    Definitivo me sale acostarme en un diván ¿alguien conoce uno de confianza y que no mate gente?    

Federico Zaá
Periodista 

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